lunes, 27 de junio de 2011

Capi. 13*


NARRA (tn):

Estábamos a unas nueve calles del Arena 02 donde sería el concierto, y no se podía pasar por la gran fila de gente que quería entrar al auditorio ya que sería gratuito.

Yo: Dios mío, ya me imagino yo ahí -reí-
Paul: pero estás con nosotros, así que nunca pasarás por eso -me volteó a ver y me sonrió-

Cuando por fin llegamos y rodeamos todo el lugar para entrar por detrás, Martin nos dio las instrucciones para entrar a los camerinos. Camarógrafos y fans se encontraban afuera, eso nos impedía la entrada al lugar. Ocho policías se acercaron a la entrada, y nos separaron de todas las personas formando un pasillo. Rápidamente entró la limusina, y se estacionó, para ya bajarnos todos y entrar al lugar.

Martin: bien chicos, les voy a presentar a alguien. Bueno, ya lo conocen, pero hace años que no lo ven, así que...

Ya una vez en los camerinos, un hombre se acercó de la oscuridad. Estaba sonriente, y mantenía sus brazos por detrás. Se veía muy elegante. Los chicos se quedaron paralizados al verlo, y nosotras no entendíamos.

Paul: Mal... Mal Evans¿? -fue el primero en reaccionar-
Mal: hola Paul -saludó calmado-
John: Me vuelvo a topar contigo! -se lanzó sobre Mal, y comenzó a besarle y despeinarle de broma-
Mal: quítate -se lo trataba de quitar de encima- tú no cambias Winston
George: no puede ser -extendió los brazos, y le dio un abrazo amistoso a su viejo amigo-

Así fue con todos los chicos, y a nosotras nos saludó de mano con una gran sonrisa. Se veía simpático.

Mal: Bien, tenemos que practicar el sonido, así que acompañenme. Y ustedes señoritas, prodrían ir sentándose. Tenemos reservados sus asientos en primera fila. -Nosotros nos volteamos a ver sorprendidas, y Mal sonrió por nuestras caras-
Yo: Muchas gracias señor Mal Evans!

Salimos a sentarnos, y los chicos apenas subían al escenario. Nosotras las saludamos desde abajo y ellos nos hicieron señas con las manos.

Paul: Cómo me veo desde ahí¿?
Yo: Hermoso! -le grité de broma-
Paul: Eso! -me sonrió. George escuchó, e hizo como que lo ignoró, sólo continuó colocándose su guitarra-

Así estuvieron provando los sonidos, afinando guitarras y colocando lo que faltaba. De vez en cuando, nos parábamos y nos íbamos a las esquinas del lugar para checar los sonidos desde ahí, ya nosotros les hacíamos señas de si se escuchaba, o no. Los gritos de los fans afuera del lugar, se escuchaban incontrolablemente.

Faltaban veinte minutos para que comenzaran a abrir las puertas de entrada. Los chicos se despidieron para irse a arreglar, y nosotras les deseamos suerte. Las chicas iban llegando y empezaban a gritar, buscaban sus lugares, o los que iban parados, simplemente los apartaban. Así se fue llenando. Cuarenta minutos, y empezaba el concierto. Los gritos de la gente de que salieran, nos hacía reir. Me daba vuelta, y observaba la cara de todos los espectadores. Unos de misterio, otros emocionados, y otros simplemente no tenían gesto. En la entrada habían checado accesorios, mochilas, así que no era problema la seguridad. Claro, había gente de seguridad allí adentro por si llegaba a pasar algo. Como también habían camarógrafos, reporteros, y es que el concierto se iba a transmitir mundialmente. Por fin faltaban cinco minutos para salir, y a todas nos empezaron a sudar las manos. Los gritos de las de atrás eran incontenibles.

Cuando por fin salieron, todo el lugar se quedó en silencio, y después de unos segundos, comenzaron los gritos. Los chicos salieron con una sonrisa, tomaron sus instrumentos, y comenzaron con I Want To Hold Your Hand. Las caras de las personas... eran de emoción, de confusión, gente que no creía que eran ellos comenzaban a creer, y es que lucían, y se escuchaban igual. Después siguieron con ''Rock & Roll Music'' y con ella, todo el público comenzó a menear la cadera. Brian se metía entre el público para observar cómo se veía la banda desde ahí. Mal y otro encargado, estaban bien atentos si llegaba a fallar alguno de los equipos. Cuando terminó la canción, todo mundo calló y John tomó el micrófono, suspiró y habló al público:

''Probablemente muchos de ustedes estarán pensando: Ha de ser una banda tributo, que suena casi igual a los originales. Son unos malditos estafadores, no son los originales, sólo quieren ganar, y que les creamos. Eso lo sé, porque yo también estaría pensando eso si estuviera viendo a una banda que desapareció cuarenta años, y que de la nada aparece. Por eso es que este concierto, ha sido gratuito, para que puedan satisfacerse, y darse cuenta de quiénes somos. Está en ustedes creer si somos o no los Beatles. Y sonará estúpida la idea de ''Volvieron del futuro'' pero sí, lo hemos hecho -al decir esto. una parte del público rió- Pero sí, suene loco o no, nosotros somos los Beatles, y hemos vuelto!'' Levantó su guitarra, y de repente todo mundo comenzó a gritar y a aplaudir. ''Los amamos! Nosotros creemos!'' Sentí tanta emoción, había salido como ellos querían, yo volteé a ver a George que era el más preocupado y le sonreí, él me devolvió la sonrisa ya aliviado. Abracé a las chicas, y comenzamos a saltar de felicidad. George se acercó a su micrófono y habló:

George: Mucho llanto y poca acción!

Después de eso, siguieron con las demás canciones. El concierto duró otros treinta minutos más. Era costumbre de los chicos hacerlos de media hora, pero les habían advertido que ahora, después de este durarían más. Se despidieron como siempre lo hacían, inclinándose, y salieron del escenario.

Nosotras corrimos para entrar a los camerinos, pero cinco hombres nos detuvieron indicándonos que no podían pasar los fans. Nosotras les rogamos que éramos amigas suyas, pero no nos creyeron, hasta que Brian se nos acercó, ya que había observado desde lejos nuestra discución con los hombres.

Brian: Ellas tienen razón, vienen con los chicos, déjenlas pasar. -inmediatamente dijo esto, los hombres se hicieron a un lado, y sin decir nada, nos dejaron pasar-
Yo: muchas gracias Brian -le sonreí-

Corrimos hasta donde se encontraban, y sin nada, abrimos la puerta del camerino y saltamos sobre ellos.

Yo: Chicos!! Felicidades! Les dije! Les dije que todo saldría bien!
Luisa: Esto se tiene que celebrar carajo!
George: Sí pudimos!
Yo: Claro!! -corrí a abrazarlo-
Paul: y mi abrazo qué? - me miró con cara de perrito, y no me resistí a abrazarlo-
Isa: vámonos! Yo invito!

Brian entró a los camerinos, e inmediatamente nos alejamos de ellos.

Brian: Chicos, a empacar cosas, nos vamos mañana de gira a Alemania por dos semanas!
Paul: Qué?
George: Tan rápido?
John: No jodas Brian, apenas y estamos respirando. Tenemos que festejar. Diles que la próxima semana -le dijo empujándolo hacia la salida del cuarto-
Brian: Es que no John! Es mañana! Así se quedan las cosas
Ringo: Pero...
Isa: Descuiden -dijo calmándolos- estaremos bien! No se preocupen, vayan a triunfar más! Ya verán que pronto volverán a ser los mismos
John: Pues ya empezamos -volteó a ver mal a Brian-

Salimos del lugar, y Brian los llevó a unas tiendas para comprar ropa. Después de eso, nos llevó una limusina a la casa, y llegaron a empacar luego luego.

Ringo: Yo no quiero ir -torció el gesto-
John: Conoces a Brian -le contestó cortante, sin voltear a verlo-
Paul: A ver... aquí dice que mañana salimos a las seis de la mañana -dijo checando su nuevo celular-. Dios, apenas le estoy entendiendo a esta cosa.(Tn), podrías ayudarme a usarlo?
Yo: Ahm... está bien -le sonreí-
John y Ringo: Luisa! -los dos se voltearon a ver mal- podrías ayudarme a mí?
John: Já! Yo gané narizón!
Luisa: Ahm... está bien -rió-
Isa: Si quieres yo te puedo ayudar, Ringo...
Ringo: Ah? Oh, sí! Gracias -sonrió-
George: Y a mí?
John: Paul, tírale un hueso y que se calle
Paul: No tiene perro que le ladre -Rió, y John le siguió el rollo-
Yo: Hey! No sean groseros con él -los volteé a ver mal. Lo dejé a Paul con el celular, y me acerqué a George- yo te ayudo, Geo -le sonreí, él me volteó a ver, y se le iluminaron los ojos-

Continuará...

Capi. 12*


De a poco me fui despertando. Alguien me estaba moviendo. La cabeza me dolía, era un dolor punzante, y parecía que era de día.

Voz: estás bien¿? –me preguntó. Pero no le respondí, me sentía muy mal- te ayudo (tn)

Colocó una mano en mi espalda y me levantó.

Voz: ya hice el desayuno -dijo amablemente- ahora ven, ya les preparé algo para esto. Sabía que terminarían así.

Poco a poco fui recobrando el conocimiento y supe que esa voz era de George. Observé a mis alrededores, montones de vasos, botellas de cerveza, whisky, botana y hasta un cuchillo estaba ahí.

Yo: Qué demonios pasó aquí!? –grité sorprendida, olvidándome del dolor de cabeza. George me tomó de los hombros, girándome hacia él-
George: Calma (tn). Ahora vamos a la cocina, ahí está tu cura para ese dolor –dijo señalándome la cabeza-

Nos fuimos a la cocina. Una hilera de vasos estaban en la barra, así que agarré uno sin importarme el contenido y me lo tomé de jalón.

George: sedienta eh –rió. Yo lo volteé a ver y le sonreí-
Yo: qué hora es¿? –pregunté observando a los alrededores en busca de un reloj-
George: las 7:40 –respondió observando su reloj de mano-
Yo: qué!? Ay no! Voy a llegar tarde a la universidad, demonios! Adiós George! –estaba a punto de salir de la cocina, cuando alguien me tomó de la muñeca y me jaló hacia él. Era George, que me miraba con una cada de ‘’no por favor’’- George, tengo que ir!
George: no estás en condiciones
Yo: sí las estoy! Sólo… sólo dame esa cosa que preparaste y me voy, por favor, por favor George –le rogaba. Me observó por unos instantes, y después accedió-
George: anda a cambiarte rápido, ya te preparo una
Yo: gracias! –me acerqué a darle un beso en la mejilla y salí corriendo hacia mi habitación. Pude observar antes de cruzar la puerta, cómo se quedaba paralizado y se tocaba la mejilla en donde recibió el beso. Me hizo soltar una risita-

Me preparé, tomé mi bolsa y me fui directo a la salida del departamento. George ya me esperaba con el termo allí, en la puerta de la entrada. La tomé, le sonreí y me salí para tomar un taxi, e irme.

NARRA GEORGE:

Ya que se había ido (tn), habría que limpiar el lugar. Estos chicos me iban a ayudar, aunque John se negara, no me importaría. Di un suspiro, y me fui a la sala a despertarlos.

Yo: A DESPERTARSE MUCHACHOS. ES DE DÍA, ES HORA DE LIMPIAR, MIREN EL DESASTE QUE HICIERON

Todos comenzaron a removerse entre los sillones y en el suelo. Paul fue el primero en despertarse.

Paul: au, qué demonios pasó… -se quejaba mientras se tocaba la cabeza-
Yo: JOHN! JOHN! JOHN! ANDA MUCHACHO
John: AH! QUÉ MIERDA… HAROLD! POR QUÉ MIERDA ME LEVANTAS… MALDITO IMBÉCIL!
Yo: calma –reí- ahora vengan a limpiar
John: anda tú. Quieres que te ayude después de levantarme a estas horas, maldito loco – agarró un cojín y me lo aventó-

Isa siguió en levantarse, y después Luisa. Ringo faltó. Después de unos minutos de discutir con John, todos se levantaron y fueron a la cocina por la bebida que les haría bien. A Ringo se la tuve que llevar, porque no se podía levantar. Hizo rápido efecto y por fin logré que se despertara. Ya que retomaron algo de energía, los puse a limpiar su cochinero, mientras yo me ocupaba de las habitaciones.

John: un cuchillo, qué hace aquí¿? –lo levantó y le dio vueltas para observarlo-
Paul: tanta locura hubo ayer¿? –dijo acercándose a su amigo con el cuchillo en mano-
Luisa: asco! –gritó- alguien se hizo pipi en la sala
Isa: Qué!?
John: yo no… fui –tragó saliva-
Paul: John marcó su territorio –rió-
John: cá-cállate imbécil! Tal vez fuiste tú!
Paul: no, John, jaja. Ese sí fuiste tú, lo recuerdo bien. Además vete, estás todo rojo-

Me asomé al relajo y cuando vi la mancha de pipi en la alfombra, me solté a carcajadas.

Luisa: bien John, ahora tú limpias nuestra alfombra, que si se entera (tn), te castra
Paul: ahora limpia esclavo
John: cierra el hocico –lo volteó a ver mal-
Yo: qué bueno que yo no estoy incluido aquí -seguí riendo-
John: sería peor
Yo: contigo ya es mucho
Isa: no me imagino a George haciendo escándalo, si es bien serio –rió-
Paul: já, serio George¿? Eso es sólo en la tele, amor
Yo: soy todo una máquina. Nah, pero no supero a John, esto es demasiado –reí de nuevo-

Unas horas después, las chicas se metieron a bañar para prepararse para el espectáculo de la tarde. Era el gran día. (tn) llegó justo a tiempo para meterse a bañar. Sólo faltábamos los chicos.

Alguien tocó a la puerta, y yo fui para abrir. Eran dos hombres, vestidos elegantemente.

Hombre uno: de parte de del Sr. Martin –dijo extendiéndome unos trajes-
Yo: ehm… los podrían dejar en la sala por favor¿?
Hombre dos: bien

Me hice un lado y les dejé entrar a la casa. Ringo andaba rondando por la casa, y cuando los vio entrar, se quedó asustado.

Yo: tranquilo Ringo, no vienen por lo de ayer –le guiñé el ojo-
Ringo: son… nuestros trajes¿? –dijo acercándose para verlos-
Yo: nos los manda Martin –le sonreí-
Paul: oh! No! Se lució este hombre –gritó-
Yo: se puede saber de dónde saliste¿? –lo miré mal-
John: de donde menos te esperas corazón –dijo acercándose a mí, y tocándome por atrás de la cintura-
Yo: aléjate de mí! –grité. Todos los chicos rieron-
Hombre uno: bien, los esperamos abajo
Ringo: abajo¿?
Hombre dos: la limusina
Ringo: está bien. Muchas gracias caballeros –les llevó hasta la puerta-
John: ah! Como los viejos tiempos! Ya empiezo a sentirme de nuevo un Beatle –hizo como si se quitara una lágrima-
Yo: no cantes victoria aún, espera
John: Tu negatividad me exaspera
Ringo: habla el Beatle optimista –colocó los ojos en blanco-
John: para que te lo veas sí. Si yo me hubiera vencido en el tiempo que estuvimos en Hamburgo, yo no estuviera aquí. Y tú menos, Ringo. Todo es gracias a mí.
Yo: Maldito egocéntrico. Me voy a la habitación –tomé mi traje con el nombre marcado de ‘’George’’ en un papel, y me fui a la habitación de huéspedes, donde yo me hospedaba-

Me recosté en la cama, y me puse a pensar en todo el tiempo de Beatlemanía. Eso… se llegaría a repetir¿? Qué dirían cuando subiéramos al escenario de nuevo¿? Malditos impostores¿? Tenía que tener fe, como me dijo (tn). Alguien interrumpió, tocando la puerta de la habitación. Suspiré y respondí enojado: No molestes John.

Voz: no soy John, soy (tn)

Me levanté de un salto de la cama, y fui a abrir.

Yo: perdón…
(tn): pasa algo con John¿? –me interrumpió-
Yo: eh… no nada. Me ibas a decir algo¿?
(tn): oh. Ya está listo el baño para que entres -sonrió- así que les trajeron trajes eh. Qué buen hombre George
Yo: sí, es muy buena persona –me le quedé observando a sus ojos-
(tn): bueno… -rápidamente reaccioné-
Yo: ah… sí ya voy, y… gracias!

Agarré el traje de la cama y me fui a bañar. Así fue con todos los demás. Bajamos y los dos hombres nos escoltaron hasta la limusina. Habían personas y reporteros afuera del edificio. La noticia se había extendido. Las chicas pasaron primero, y después nosotros. Las persona preguntaron ‘’Son acaso ustedes unos importores¿?’’ ‘’Sí son los Beatles¿?’’ y otras sólo nos miraban atónitas, parecía que veían a unos fantasmas.

Cuando ya estuvimos adentro, una de las cortinas que separaban al conductor, se abrió y un hombre habló.
Voz: la noticia se expandió eh
Paul: Martin!
Yo: nos vas a acompañar¿? –pregunté extrañado-
Martin: obvio. Qué no querías que viniera¿?
Yo: nono, sólo que pensé que te irías por otro lad…
John: disculpa al niño tonto, Martin. Anda preocupado, ya sabes –me interrumpió. Yo puse los ojos en blanco y me volteé a ver a través de la ventanilla polarizada-

Cientos de personas corrían por las calles, sabían que éramos nosotros. Se pegaban al carro y golpeaban los vidrios.

Continuará…

martes, 14 de junio de 2011

Capi. 11*


Miramos por la ventanilla, y nos llevamos una gran sorpresa. Nuestros instrumento acomodados en el cuarto de abajo, listos para ser tocados. Nos miramos los unos a los otros boca abierta, simplemente no lo podíamos creer. Martin rió al ver nuestras reacciones y nos sonrió acintiéndonos a la vez como signo de que bajáramos y tocáramos.
Tomé mi guitarra y me la acomodé, lo mismo hicieron los otros chicos. Martin y los hombres nos observaban desde la ventanilla, nos guiñó el ojos y John nos volteó a ver haciendo seña con los ojos de que comenzáramos. Elegimos la canción I Want To Hold Your Hand

Sentí de nuevo esa emoción que sentía al tocar ante un público, y eso que ahora era ante seis espectadores.

Cuando terminó la canción, nosotros nos quedamos con nuestros instrumentos y volteamos hacia George Martin, que sólo nos sonrió. Pude observar que los hombres se mantenían boca abierta. Eso provocó la risa de los chicos.

Martin nos hizo señal de que subiéramos, así que dejamos los instrumentos y subimos con ellos.

Uno de los hombres se le acercó a John, se le quedó observando por unos momentos, y después le extendió la mano, para acompañarlo con unas palabras ''Los Beatles volvieron''.

Dios, qué gran alivio!

NARRA (TN):

Las chicas y yo habíamos quedado en que nos veríamos con Vianney y Marlenne en la plaza Oxford Street. Recién llegamos y las vimos sentadas en una banca, frente a los camiones de turistas. Nos acercamos a ellas y las saludamos.

Marlenne: llevamos una hora aquí -dijo molesta-
Vianney: ay Marlenne, no seas ridícula, llevamos diez minutos aquí - se quejó Vianney-
Marlene: cállate -le dijo murmurándole al oído, para después darle un codazo. Yo reí-
Tú: qué tal si recorremos mejor las tiendas¿?
Luisa: por favor!

Nos marchamos listas para ir de compras. Entramos a diferentes tiendas. Las chicas paraban en una que les gustara y se probaban la ropa, mientras otras sólo opinaban. Llegué a comprarme un pantalón café y un suéter verde claro. Luisa unas zapatillas, Marlenne un vestido e Isabella unas boinas.
La que más gastó y se probaba cosas fue Vianney. Digamos que Vianney era hija de una de las personas más importantes de Londres, su madre era modelo y su padre... bueno de su padre nadie sabía en que trabajaba. Así que su posición económica no estaba tan mal. Sus gustos eran hermosos, la admiraba demasiado y cada día, nos sorprendía con una prenda diferente. Era una persona muy sencilla, y seguido nos compraba cosas. Nos sentíamos incómodas, pero ella insistía, decía que se sentía mejor, le encantaba dar a los amigos.

Necesitábamos un descanso después de todas las compras, así que decidimos ir a un Starbucks.

Vianney: y cómo les ha ido, cuenten
Luisa: no te imaginas! - cuando dijo esto, volteé a verla con una mirada asesina y ella lo notó. La había regado-

Marlenne no era la mejor persona para confiarle algo y a Vianney, yo tenía pensado contarle después lo de los chicos.

Vianney: pues qué pasó¿? -preguntó interesada-
Yo: nada, estaba bromeando -le sonreí nerviosa. Se me quedó viendo como dudando por unos segundos, pero después aceptó y volvió a tomar su café capuchino.

Nos quedamos hablando durante unas horas en el local, cuando comenzó a hacerse de noche y nos despedimos.

Las chicas y yo pedimos un taxi, y nos fuimos directo a casa.

Cuando llegamos nos encontramos con que los chicos ya habían llegado. Se encontraban en la sala con una cara de que les habían dado la peor noticia de sus vidas, ahí fue cuando me preocupe y decidí no decir nada. Pero Luisa fue la que sacó todo.

Luisa: por qué esa cara, chicos¿?
John: somos una mierda
Paul: estamos adentro!!! -su grito hizo que me espantara y brincara. Él se paró y lo primero que hizo fue acercarse a mí para besarme, pero me hice a un lado y su beso quedó en mi mejilla, algo pegado a los labios-

George observó todo y tan sólo se nos quedó viendo. Pude notar que estaba enojado.

John: McCartney idiota! Quedamos en que yo le diría imbécil -gritó John algo molesto-
Paul: tranquilo amigo -rió este y le despeinó la melena a John-
Ringo: pues a festejar! Para algo trajimos las cervezas!

Ringo se paró y se marchó con John por ellas.

George: yo me voy, ya es muy tarde y... mañana me tengo que despertar temprano
John: para qué¿?
George: para... limpiar. Ustedes van a dejar muy sucio aquí, así que yo me tendré que encargar de limpiar, nos vemos -se levantó y se marchó. John nos volteó a ver a todos con las cervezas en las manos y se encogió de hombros-
John: él se lo pierde

Nos estaba entregando las cervezas, cuando vi que Paul no quitaba de vista a George, observaba cómo se iba y en su cara, pude notar una sonrisa. Acaso aquello le producía felicidad...¿?

Continuará...

sábado, 4 de junio de 2011

Capi. 10*


Quedaron boca abierta los cuatro al ver aquellos trajes que traía colgando entre las manos. Luisa e Isa aprovecharon para meterse a sus cuartos y sacar los demás regalos. Pude notarlas mirando a un costado de Richard, cosa que me hizo sonreír, mientras los chicos todavía estaban en trance por sus trajes.

John: no pudiste...
Paul: pero qué...
Ringo: cómo...
George: (tn)...
Yo: tranquilos, chicos -reí- son sus regalos. Vamos! tienen que ir formales y guapos a su entrevista de trabajo
George: no tenías porqué
Yo: no puedo dejar que se vayan con esos trajes sucios, tomen -les extendí los trajes a cada uno. Al principio no los aceptaron, pero después dudosos, acercaron su mano para agarrarlos- perfecto!

Isa y Luisa llegaron por detrás de los chicos para sorprenderlos, mientras ellos observaban todavía los trajes que traían en sus manos.

Ringo: y ustedes...

Luisa e Isa se pusieron delante de ellos, y les extendieron los regalos.

Luisa: estos son nuestros, espero les guste -sonrió-
Paul: repito, no debían
John: el traje completo -sonrió-
Luisa: considérenlos como el regalo de que han vuelto
George: pero aún no lo sabemos...
Isa: optimismo George, optimismo -le guiñó el ojo-

Emocionados, fueron a cambiarse los trajes, cada uno a una habitación. Cuando ya se habían ido, volteé a ver a las chicas que se encontraban sonrientes y les guiñé el ojo.

Ringo fue el primero en salir. Caminaba hacia nosotras mientras levantaba los brazos para observar cómo le quedaba el traje.

Ringo: está perfecto, cómo sabes cuál es mi talla (tn)¿?
Yo: bueno, pues tengo una amiga que trabaja en esto de moda. Así que ella me enseñó un poco...

Los trajes eran hermosos, de un color café obscuro, saco de lino y camiseta blanca de ceda. Zapatos negros y corbata de rayas, colores negro, café y blanco.

Los demás salieron al igual que como había salido Ringo, mirándose con los trajes puestos. Qué apuestos se veían! pensé.

Luisa: hasta acá me llega el olor a loción -se quejaba mientras hacía movimientos de las manos como si se intoxicara. Todos reímos-
Yo: qué guapos chicos!
Paul: mira quien habla -en cuanto dijo eso, pude notar que George se volteó a verle feo-
George: muchas gracias chicas -agradecía mientras se acercaba a abrazarnos. Sólo que a mí me dio un beso. Cosa que me sonrojó-

Llamé a Vianney para confirmar las cosas. Pero me llevé un susto cuando saqué el celular de mi bolsa para marcar.

Ringo: AH! QUÉ ES ESO!? -cuando terminó de gritar, yo fui la que más me asusté dando un brinco y cayendo sobre el sillón-
Yo: qué carajo te pasa Ringo!?
John: esa boquita...
Ringo: eso... -me señaló el celular que traía en mis manos-
Yo: ah, es un celular. Sirve para marcar a las personas a casas u otros dispositivos móviles como este. Es más fácil comunicarse gracias a él.
George: como un teléfono...
Yo: exacto, a excepción que este lo puedes traer donde quieras

Pedimos un taxi para que los chicos se fueran al estudio, mientras nosotras nos pasearíamos para ir de compras con Vianney & las demás.

Les deseamos lo mejor. En verdad estaban muy nerviosos, yo creo que les iría bien.

NARRA GEORGE:

Tenía tantos nervios... y pude notar que los chicos sentían lo mismo. Camino al estudio veía por la ventana a la gente normal, caminando por la banquetas. Unas con sus miradas fijas en aquellos aparatos raros que se colocaban en la oreja llamados ''celulares''. Cuando llegamos al estudio tocamos el timbre. Ahí fue cuando un hombre nos abrió y nos hizo pasar.

Mujer: ustedes son los Beatles¿? -preguntó con una voz amable-
Ringo: supongo
Mujer: está bien -rió- pasen por acá los esperan

Nos llevó hacia donde estaba Martin. Una pequeña sala, donde esperaba él checando unos papeles y alrededor de él a cuatro hombres.

Se levantó de la silla en cuento nos vio entrar y nos saludó, presentándonos a todos.

Martin: ellos son los Beatles -cuando dijo esto, todos levantamos la mano sonriéndoles- más educado -murmuró en mi oído. Ahí fue cuando me acerqué y les saludé con la mano. Me siguieron los chicos-

Nos sentamos todos en la mesa y Martin comenzó a explicar todo. Todos le escuchábamos atentos a lo que él nos decía. En verdad aquellos hombres nos creerían¿? O a caso pensarían que todo se trataba de una farsa¿?

Comencé a tener miedo. Pero las frases de (tn) volvieron a mí y me tranquilizaron.

Después de toda la explicación de Martin, y una parte de nosotros, los hombres quedaron boca abierta. Sí nos habían creído¿?

Martin nos indicó que nos paráramos y nos metiéramos a tocar para ellos en la sala donde solíamos hacerlo antes.

John: dónde quiere que toquemos si no tenemos los instrumentos, señor¿? -dijo fingiendo hacerse el educado-
Martin: Fíjense por la ventanilla

Continuará...